
La gente no le da la importancia que se merece a lo que tiene, porque cree tenerlo demasiado seguro cómo para perderlo...
La importancia se la empiezan a dar cuando eso que por el momento les pasaba "medio desapercibido" empieza a nublarse, entonces empiezan los lamentos, a veces, el orgullo es demasiado, y acaba estropeando lo que ya en esos momentos no estaba demasiado bién... ¿Y que pasa cuando se juntan el orgullo vs la despreocupación? Aunque solo sea un instante sos dos factores son polos completamente opuesto, y cuando se juntan la decepción es dura... Y claras son las palabras en el momento de atacar, más los sentimientos mustios, amargos en el interior hieren hasta el punto de que tus palabras se conviertan en balas incontrolables que escupes sin pararte a pensar en sus consecuencias. Luego lloras mares de lágrimas en días oscuros. El sol ha dejado de existir y solo cubres dolor con lamentos por haberte dejado engañar, o por no controlar lo que debias haber controlado para no llegar a este punto...
Ahora bién, la persona que se ha comportado agoistamente da vueltas en la cama pensando en cómo arreglar algo de lo cual no esta seguro porque ha sucedido, y es que tenias tan claro que siempre podrias contar con esa persona, que te olvidaste de esta, y lloras por no haberte dado cuenta antes de que estabas perdiendo algo que querias, pero al cual no le mostrabas tu aprecio ni si quiera, ahora lo que tienes es lo que te has ganado, y tienes la soledad más triste que hayas imaginado, te sientas en el suelo y piensas, reflexionas, tu que nunca creiste en dios ahora crees en todo con tal de volver atras y arreglar todo el daño que has echo, miras el techo y pides que vuelva, que todo sea cómo antes, te juras que no volvera a suceder lo mismo nunca más y te quedas dormido tras un largo rato de confesiones y juramentos a solas...
Al despertar... Tus aclamos han sido concedidos y tienes otra oportunidad... Shhh... solo ha sido un sueño...
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