jueves, 17 de septiembre de 2009

A veces te sientes tan insignificante, que te sientes estupido y triste. Como si ser insignificante fuera malo, o como si el ser humano no lo fuera. Comunmente, todos los seres humanos, destaquen más o menos, somos unos seres insignificantes, y simples, nos regimos por las mismas leyes que los animales, con la diferencia de que ellos no son capaces de razonar del mismo modo.

El ser humano es el único ser viviente que es capaz de aprender y a su vez enseñar lo que a aprendido, pero... ¿Que pasaría si os dijera que un 99% de nuestros genes es igual que el de los chimpances? Simplemente nos diferencia un 1% de los chimpances. Así que los chimpances también piensan, lo que es más difícil es que enseñen a los demás, todo y que ya se ha logrado que una madre chimpance enseñe a su hijo algunas cosas, es un hecho extraordinario.

La pregunta también sería ¿Qué nos hace sentir tan poderosos? Los humanos, suelen sentirse poderosos sobre el resto de seres de la tierra, ¿Por qué? ¿Porque creemos controlarlos? quizás sea por eso. En ocasiones me asombra que el ser humano sienta ese interes por controlar todo lo que le rodea, todo lo que desconoce. No todo son investigaciones cientificas por curiosidad, ¿Qué importa la luna? A veces lo que mueve al hombre, no es solo la curiosidad, sino el miedo, el miedo a lo desconocido, el miedo a no saber que hay allí y entonces se ve en la necesidad de saber lo que es, estudiarlo, y sobretodo, ponerle nombre, el poner nombre a una cosa, indica en parte algo de propiedad, ponemos nombres a los hijos, si para llamarles, pero podriamos decir hijo, o hijo mayor, no, ponemos nombre porque los hace más nuestro, ponemos nombres a los animales porque nos sentimos más seguros con un nombre, sentimos que tenemos un control.

Le ponemos nombre a todo, y lo estudiamos todo, y somos tan insignificantes que cuando alguna cosa se nos escapa un poco de las manos, sufrimos como el que más, sufrimos porque no sabemos que pasa, o porque no sabemos que hay, no sabemos precedir el futuro...

Si fuera así prescindiriamos de tarotistas, hubieran quemado a Nostra Damus, o como se escriba su nombre, y no nos preocuparía lo que pasara al día siguiente, y quizás... Seríamos mucho más felices, como los niños, que son felices porque no saben que es lo que sucede, o lo que sucedera, de ese modo no tienen que preocuparse y solo viven, cuando sucede ya se preocupan, pero mientras tanto disfrutan y viven la vida.

En los momentos difíciles, me gustaría sabes cual es la formula para volver a ser pequeña, y olvidarme de lo que pasara al día siguiente, no pensar en el tiempo, y no preocuparme por nada, simplemente vivir sin sufrimientos, sin suposiciones que no tienen sentido, o que si, quien sabe... Pero vivir... Que es por lo único que vale la pena morir.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Su reflejo en el agua.


Cada tarde pasaba por allí, un lugar insolito, incluso cuando estaba lejos, cerraba los ojos y aparecía en aqul puente de sus memorias, como imagen de un día feliz, pero tristemente a veces los recueros más tristes son los que reflejan los momentos más felices ya pasados. Y recordando aquellos momentos, añoraba su inocencia, plasmada en cada rincón, que la acogía en un mundo de mágia, sin más miedos que el de encontrarse un monstruo debajo de la cama, o salir a beber agua cuando sus padres veían alguna peicula gore, y sanguinaria.

Cuando solo le preocupaba que lloviera para no poder salir a pasear y en aquel puente el reflejo era ni más ni menos que el de su sonrrisa.

"El tiempo pasa y las cosas cambian" Pensaba a menudo, la mágia se pierde y aprendemos a indentificar la ignorancia y la hipocresia, que es de lo que nos rodeamos hoy en día. En vez de dragones empiezas a ver políticos, y en vez de princesas vestidas de rosa, esperando a ser liberadas, comienzas a ver familias de monarcas que se alimentan de tu dinero. ¿A cambio de que?¿De poner su cara en una moneda?

Triunfa la mentira en programas nocturnos que solo tratan la vida de los demás, lideres de audiencia todos, los más vistos, los más esperados, y a la vez los más pobres en humanidad, despedazandose entre ellos a la gente les gusta ver vidas rotas, quizás así se sientan más afortunados, que triste la forma de mentirse a uno mismo para hacerse más feliz.

En aquel puente miraba cada noche, y su reflejo se nublaba, pensando en que nada es puro, ya ni si quiera ni el agua. Sinonimo de la vida, que corría e iba pasando, debajo de sus pies en el puente, como una desesperada. Se le iluminaban los ojos pensando en las cosas que le hacían feliz, cuando todas aquellas ideas se alejaban, y las sencillezas de la vida le hacían sentir afortunada, ¿que más da la vida de los demás Si uno mismo puede mejorar la suya disfrutando de aquellas pequeñas cosas?

jueves, 3 de septiembre de 2009

Herencia de pobres...


Llegó la codicia de un hombre a atesorar todo el dinero del mundo.

Fracundo McDollar, un hombre ambicioso y con ansias de grandes riquezas, estudió como banquero, para él no había mejor placer que el de tocar con sus manos el dinero, de signo del zodiaco Libra, aorendió a contar deprisa, y despues siguió desplegando su mejor arma, la mentira, con ello llegó a la política. Fue grande en su sitio, y se creció en su puesto, convirtiendose en magnate de la mentira. Tuvo dos hijos aunque apenas tenía tiempo para ellos y su mujer, cerrada en casa y cole público, ¿para que gastar más dinero?. Su mujer murió de tristeza y soledad y sus hijos se independizaron al cumpliar la mayoria de edad. Lema de Facundo, "¿Para que gastar dinero?" se alegro de su ida, y como ¿para que gastar dinero? calcino a su mujer y la emparedó. No le asustaban los fantasmas, solo la caida de la bolsa, sacó sus fortunas de todo banco y las guardo mano a mano por su casa, una casa destartalada que caía a trozos en cada paso, pero...¿Para que gastar dinero?

Cada noche antes de dormir se sentaba en la mesa del comedor y contaba uno a uno sus billetes, pasaba horas disfrutando de ello, y le gustaba sentirse tan rico, le parecía agradable el tacto de los billetes y sus manos asperas de tanto tocarlos parecían reconocer ese tacto antes incluso de llegar a tocarlo.

Facundo solo acumulaba dinero, pero su casa parecía tan pobre que hasta a un ladrón le daría pena entrar, vivía un multimillonario como un gitano.

Cuando enfermó, el notario llegó antes que el medico incluso y sentados en su mesa, se hacía cruces el hombre del dinero que había allí y el asco que daba la vivienda al verla, contando contando llegarón a números inimaginables y el notario le aconsejo que con tantos años sin ver a sus hijos les escribiera una carta para dejarles con su legado, escusandose y contandoles un poco de el y de lo que pensaba de ellos. El hombre acepto sin pensarselo demasiado, pero... Cuando se sentó en la cama, con una madera delante y el boligrafo y papel, estuvo horas pensando.

¿Que les iba a escribir a unos hijos que apenas conocía?¿Que les iba a contar de una vida que apenas había vivido? Viviendo por el dinero no vivió para el mismo, y dedico su vida a la estafa del pueblo para enriquecerse y ahora moría solo en su lecho intentando contarles a sus hijos como había sido su vida de ricachon desagradable. Como quería a su madre y a sus hijos un hombre que no tenía espacio en su mente para pensar en ellos, y se vio rodeado de efimero dinero y pobreza, se sintió muy pobre...

Y todo y no poderles explicar cosas agradables de su vida, les aconsejo que no siguieran sus pasos, que compartieran con los que querían, que ayudaran a quienes lo necesitaran, que fueran generosos con su familia, que disfrutaran de su vida sin preocuparse por el dinero y que todo aquello, lo dieran a las pobres familias como las que el había engañado...

Unas semanas despues, la carta llegó a sus hijos y se despidierón de el por las noticias cuando vieron que un hombre viejo había sido sepultado por su propia casa.