A veces te sientas en una esquina y lloras, ¿quien te amarro a esta vida?¿Quien te condeno a este eterno sufrimiento que es vivir sin vivir? Y la pregunta te agarra tan fuerte que no eres capaz de pensar en otra cosa, tienes ganas de gritar, pero tomas aire y aprietas los dientes, tus ojos derraman lagrimas que sientes verdaderamente que salen desde muy adentro y te queman la piel, presionas con tu espalda contra la pared para que se aparte, quieres hacerte un sitio que no encuentras, y solo encuentras paredes que te persiguen, tapando cada senda que quieres cruzar, y sientes un enorme sentimiento de rabia, de no poder hacer nada contra lo que no es nada, y sabes que nada es así. Las preguntas, se clavan como flechas llegadas del cielo sobre tu cabeza, y sientes como tu ser arde en deseos de volar. Como si en el aire no ubiera más fronteras, y el flotar fuera lo único que te queda por vivir, por tu mente, multitud de ideas, dispersas, corren ligeras como caballos asustados que no saben donde ir.
De pronto te levantas y remueves tu cabeza como si quisieras batir la macedonia de ideas que hay tu cabeza pensando que asi desapareceran, pero lo único que consigues, es ser la presa de un mareo que te toma entera y te hace ver como todo se mueve a tu alrededor. Te acercas al equipo de musica, abres la tapa y colocas un CD, Linkin Park, suena Crawling, aprietas el volumen al maximo hasta que casi te cargas el rodin que se utiliza para controlar la voz. Empiezas a gritar llevandote las manos a la cabeza, rompes las cadenas que atan tu cuerpo, saltas y saltas sin parar de gritar, te mueves de un lado a otro, das golpes y destrozas muchas de las cosas que se interponen en tu camino, rompes los muros que te llevarón a tal encarcelamiento, y deseas poder tocar el cielo, saltas cada vez más fuerte, los cristales de tu casa vibran por el sonido de la música y el suelo parece que vaya a desplomarse de un momento a otro, te agachas y sigues griando con todas tus fuerzas, sabes que no esta bien, pero ¿acaso sabes lo que esta realmente bien?¿esta bien ser un preso de la vida? Ahora por lo menos no te sientes así. Oyes a los vecinos, gritan para que dejes de saltar y gritar, para que bajes el volumen y te disculpes, pero lo único que se te ocurre, es descolgar el interfono y que todo el mundo oiga el sonido de lo más proximo a ser libre, que es hacer lo que uno quiere sin perjudicar demasiado a los demás.
Oyes las sirenas, la poli ya esta aqui, saltas y corres, bajas las escaleras y cruzas el jardín, corres a un lugar donde sabes que te sientes libre. Sirenas de la poli te persiguen, -¡apresurate!. Llegas al mar, corres a las rocas saltas entra ellas, y te lanzas al agua, pero antes de llegar a tocar la libertad, abres los ojos y sigues en ese rincón del suelo donde empezaste a sentirte libre...