sábado, 10 de enero de 2009

Un sueño de libertad


Ya entrada la noche, una muchacha reposaba sobre su cama leyendo un libro, sumergiendose en sus paginas, en las cuales se escribia sobre lugares maravillosos, a los que le ubiese encatado poder asistir, en cada una de ellas encontraba una invitación a un lugar donde quien menos, disponia de una vida tranquila, con la oportunidad de encontrar un algun que otro rincón cercano pintado de verde, en el que tumbarse, y con un árbol cerca para resguardarse un poco del sol mientras comen una manzana. Soñaba con encontrar un lugar en que no fuera ninguna princesa, un lugar donde simplemente se conformaria con ser alguien anonimamente libre, disfrutar de la tierra y revolcarse en la hiebra sin temor a que te prohiban pisarla y luego te encuentres con algo desagradable. Nuevo capitulo, en este, le ubiera encantado ser la clave para resolver el enigma que se escondia, dormirse y despertarse a causa de los rayos del sol y el olor a rosas que entrara por su ventana, y no porque un despertador te avise de que ya es a hora de salir para ir al instituto. Leer tranquilamente por las tardes sin recibir ninguna llamada que te provoque preocupación, o que te piquen al interfono para que al responder en vez de ser un cuenta cuentos, o un juglar que te explique historias emocionantes y romanticas, te respondan: Correo comercial, y con mala leche les indiques que dipositen su maldita publicidad por debajo de la puerta.

Quiza lo que ella buscava era encontrar ese lugar comodo en el que descansar sin tener que preocuparse por la hora, por el día de hoy de mañana y el siguiente, un lugar donde en las noticias se dieran progresos, y novedades alegres, y no la monotonia que te hace pensar que estas en un mundo del cual no es que Dios se haya olvidado, si no en el que Dios nunca ha sido más que una sombra de la persona por resolver problemas de los cuales la hipocresia le empujaba a encontrar una solución cualquiera. La muchacha a veces se sentia con ganas de expresarse, y tras cojer su pluma, y un cuaderno, terminaba escribiando en forma de un estudio psicologico totalmente moral y sin una probabilidad fisicamente probada como: Sera que el humano teme todo lo desconocido, y por lo tanto debe darle un nombre a todo lo que le rodea para sentirse superior y en vez de dejarse llevar por las situaciones entregadas y los sentidos de los cuales ha estado dotado, intenta controlar todo lo que tiene por la necesidad que tiene el ser humano de sentirse superior para no tener que temer nada de lo que le rodea.

La sensación de libertad que la joven buscaba era algo casi imposible de encontrar y ella era consciente, y únicamente se sentia libre cuando se sumergia en ese mar de letras inmenso y vivia con cada uno de sus sentidos los sucesos que habia narrado una persona la cual quiza aspiraba a encontrar un lugar como aquel y tras darse cuenta de lo dificil que era, buscaba la forma de ayudar a los demás ha "encontrarlo" de la forma más sencilla y compleja que podia. En la cabeza de la chica rondandan millones de ideas sobre senderos magicos, y caminos con lobos escondidos por los cuales llegar a encontrar esa comodidad que tanto buscaba. El mar, era también uno de los lugares en los cuales se habia sentido más libre, bañandose en ese liquido que la hacia "flotar" y a la vez le permitia sumergirse y sentir como las olas pasaban encima suyo mientras buceaba y buscaba conchas preciosas con las que hacer un collar, o las que poner en una pecera para sus tortuguitas, al salir, le encantada también sentir el aire sobre su piel humeda, lo cual le hacia estremecerse y sentia como se le erizaba la piel, y resbalaban las gotas por su blanquecino cuerpo, la tierra recorria los dedos de sus pies, pero aun así, lo que le ubiera encantado, es que todo aquello, no ocurreria en un mundo donde poco a poco el mar que la hacia sentir tan libremente tranquila se fuera ensuciando día tras día, y no tubiera que escarmentar sus sueños viendo como la gente ensuciaba ese lugar tan precioso del que disponian.

Entrada la noche, aun con el libro en sus manos y un tazón de leche con café vacio en su mesilla de noche, llegaba ese momento, que como un ritual, se produacia noche tras noche, en que la chica llegaba a un capitulo y sin darse cuenta las letras se encontraban borrosas, y su mirada se iba perdiendo en la nada, y por mucho que luchara por seguir leyendo, el sueño, acabava venciendo y la chica se quedaba dormida tranquilamente, en un mundo donde sus sueños no eran más que disfrutar de el, y en vez de leer tantos libros, escribia para transmitir a los demás lo que vivia día tras día en el mundo real, del cual al llegar la noche descansaba y siempre intentaba estar el maximo de tiempo sin volver, aunque sabia que cada noche, podria reunirse con su mundo, si no perfecto, el menos imperfecto de todos...

3 comentarios:

Maga triste dijo...

El texto parece algo "infantil" quiza, pero se tarta de apreciar la sencillez y la inocencia de la joven que protagoniza la narración. No hace falta decir de quien se trata hablando tan claramente de las emociones que se interpretan.

Unknown dijo...

jejej naciste en una epoca que no te correspondia, lo entiendo, lo comprendo y lo padezco, donde tu buscas tranquilidad o busco aventuras, aventuras como las de antaño cuando el mundo aun estaba por descubrir y cada paso te llevaba a nuevas tierras y un nuevo futuro, donde los combates eran justos y el honor era superior al dinero o el miedo, pero todos eso paso, no existen ni paraisos y ni aventuras al menos fuera de los sueños, pero bueno el lao bueno es que aun nos quedan los sueños^^

Maga triste dijo...

Supongo que si, que los sueños siempre perduran, pero es importante recordar que son sueños por muy fuerte que se sientan