A veces te sientes tan insignificante, que te sientes estupido y triste. Como si ser insignificante fuera malo, o como si el ser humano no lo fuera. Comunmente, todos los seres humanos, destaquen más o menos, somos unos seres insignificantes, y simples, nos regimos por las mismas leyes que los animales, con la diferencia de que ellos no son capaces de razonar del mismo modo.
El ser humano es el único ser viviente que es capaz de aprender y a su vez enseñar lo que a aprendido, pero... ¿Que pasaría si os dijera que un 99% de nuestros genes es igual que el de los chimpances? Simplemente nos diferencia un 1% de los chimpances. Así que los chimpances también piensan, lo que es más difícil es que enseñen a los demás, todo y que ya se ha logrado que una madre chimpance enseñe a su hijo algunas cosas, es un hecho extraordinario.
La pregunta también sería ¿Qué nos hace sentir tan poderosos? Los humanos, suelen sentirse poderosos sobre el resto de seres de la tierra, ¿Por qué? ¿Porque creemos controlarlos? quizás sea por eso. En ocasiones me asombra que el ser humano sienta ese interes por controlar todo lo que le rodea, todo lo que desconoce. No todo son investigaciones cientificas por curiosidad, ¿Qué importa la luna? A veces lo que mueve al hombre, no es solo la curiosidad, sino el miedo, el miedo a lo desconocido, el miedo a no saber que hay allí y entonces se ve en la necesidad de saber lo que es, estudiarlo, y sobretodo, ponerle nombre, el poner nombre a una cosa, indica en parte algo de propiedad, ponemos nombres a los hijos, si para llamarles, pero podriamos decir hijo, o hijo mayor, no, ponemos nombre porque los hace más nuestro, ponemos nombres a los animales porque nos sentimos más seguros con un nombre, sentimos que tenemos un control.
Le ponemos nombre a todo, y lo estudiamos todo, y somos tan insignificantes que cuando alguna cosa se nos escapa un poco de las manos, sufrimos como el que más, sufrimos porque no sabemos que pasa, o porque no sabemos que hay, no sabemos precedir el futuro...
Si fuera así prescindiriamos de tarotistas, hubieran quemado a Nostra Damus, o como se escriba su nombre, y no nos preocuparía lo que pasara al día siguiente, y quizás... Seríamos mucho más felices, como los niños, que son felices porque no saben que es lo que sucede, o lo que sucedera, de ese modo no tienen que preocuparse y solo viven, cuando sucede ya se preocupan, pero mientras tanto disfrutan y viven la vida.
En los momentos difíciles, me gustaría sabes cual es la formula para volver a ser pequeña, y olvidarme de lo que pasara al día siguiente, no pensar en el tiempo, y no preocuparme por nada, simplemente vivir sin sufrimientos, sin suposiciones que no tienen sentido, o que si, quien sabe... Pero vivir... Que es por lo único que vale la pena morir.
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