lunes, 1 de noviembre de 2010

Mis ojos piden verdad.


Una mirada me bastó para parar el tiempo. Entonces miré con mis ojos, abriendolos de par a par. Los parpados desaparecieron de encima de mis pupilas y pude apreciar toda la verdad. Y la realidad no era la que yo pensaba, la realidad no era tan gris por mi culpa, la realidad distinta a lo que yo creía, y la realidad era que tú, eras otra persona.

Ahora mi corazón ya no se haya hechizado, preso de aquel beso, sigue latiendo por ti, pero ahora ya no se dedica a justificar todos y cada uno de tus actos. Ya no puedo seguir camuflando tanto daño, a veces el dolor tan incesante que me hacía llorar horas y horas. ¡No! Sequé mis ojos, y ahora te vez limpios tras tantas lágrimas, y ven que debes cambiar, hacer unos pasos atrás para volver a ser tú, y para que yo pueda volver a verte con los ojos abiertos, para que pueda mirarte sin dañarme las pupilas, para que mi corazón ya no se prepare para aceptar tus excusas, y pueda vivir solamente para escuchar tus palabras sinceras.

Te miro y no te veo, te veo cuando no te miro. Cerrando los ojos y buscando en mi mente, imagenes de aquellos momentos que gravé a fuego. Quiero buscarte y encontrarte de nuevo, quiero remover aquello que había en ti que hacía que cada segundo fuera memorable y alegre. Quiero recobrar todas nuestras sonrisas y quiero padecer otra vez aquella adicción tan pura que se llama amar.

Vuelvo a ser la misma de entonces, mi mirada es crítica como antes y puedo apreciar cada uno de tus fallos, sabiendo plenamente que son tuyos y no míos. No, no me cambies de tema y olvides mis palabras, no quiero que me digas que no volverá a pasar, no quiero que me cuentes patrañas sobre el agovio. Quiero que me mires a los ojos y ellos sean los que me certifiquen tus alabras. Quiero que cada dia cuando te levantes, pienses en que no debiste hacer aquello o lo otro, que cada dia que me veas desees como yo hacerme feliz.

Mis ojos quieren sonreir de nuevo, y no basta con engañarles una vez más. Es fácil mentir a la mirada de una persona enamorada, pero no es tan fácil que engañes a alguien que ya esta alerta, con los ojos abiertos y decidida a no caer de nuevo, a no sufrir otro largo tiempo a la espera del momento en que se debe producir un cambio, y que después de todo, aquel cambio sólo dure unas semanas antes de volverte a hundir en el barro. No...

No hay comentarios: