lunes, 18 de octubre de 2010

Delirios.



En su mano una rosa,
en su cabeza un sueño,
ella no tiene dueño,
en cuando al amor... ya es algo más compleja la cosa.

Se quedó mirando aquella rosa, rosa que le pasaron los meses, pero fresca a sus ojos todavia. -¿Qué rosa? -La de él. -¿La de quién? -De él...

Así como apareció, por puro arte de magia, la misma barita se encargó de hacerlo desaparecer. Y tú, que le diste toda la confianza, ahora te sientes recaer. ¿Y porque será...? Parece que la confianza siempre va de la mano de la traición, y parece que sus sentimientos prefirieron darle la mano al olvido.

Pero si no esta... Te dicen tus ojos, pero tu le ves. Será... Que aunque tu mirada te engañe, más allá, hacia el fondo, en aquel lugar dónde se guardan los secretos bajo llave, donde se bombea tanta sangre, aún está...Y tú, le persigues en tus sueños, pero se escurre de tus manos, cual fantasma, fluye como el agua y se va, cada día más lejos.

Porque la piedra sigue estando allí, aunque tú no la veas... puedes sentirla, sigue clavada...

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